Es para mí un gozo enorme tener esta oportunidad de traerles a todos ustedes, en el Nombre de Jesús, esta breve pero sustanciosa predicación que estoy seguro de que será de gran bendición para todos nosotros porque no proviene del hombre, sino desciende de lo alto, y es de Dios. ¿Amén?
No sé si ustedes se han dado cuenta, pero yo he notado que la mayoría de las personas clamamos a Dios cuando ya estamos impotentes ante una situación o problema, ¿O me equivoco? ¿Ustedes también lo han notado o soy el único? Por ejemplo, cuando nos empezamos a sentir enfermos es típico que lo primero que hagamos sea automedicarnos, o nunca falta el amigo o familiar que sabe algo de medicina y vamos con él a preguntarle qué nos podemos tomar, ¿Apoco no? Después, si nos seguimos sintiendo mal, vamos con un médico, el cual nos retaca de medicamentos (en esta instancia es donde la mayoría hemos llegado, pero para poder explicar el mensaje voy a continuar); si parece que los medicamentos están funcionando al revés, es decir, en lugar de aliviarnos nos sentimos peor, vamos otra vez con el médico, el cual nos interna y nos hace todos los exámenes habidos y por haber, en los cuales sale que tenemos una enfermedad más grave de lo que pensábamos; y es ahí cuando nos acordamos de Dios y le decimos: Señor sálvame, yo ya no puedo más, ayúdame Tú. Si piensan que estoy exagerando déjenme decirles que hace tiempo en Camino de Paz (la iglesia de la cual formaba parte) tuvimos un claro ejemplo de esto, en una ocasión que fue el hermano Carlos Salazar a compartir la Palabra de Dios, contó una situación muy fuerte que él vivió, dijo que cuando su hija estaba pequeña tuvo una temperatura de más de 40°C, él la bañaba, la bañaba y la bañaba pero no se le bajaba la temperatura, hasta la llegó a meter a una cubeta grande llena de agua y ni así se le bajaba la temperatura; cuando vio que él ya no podía hacer nada más y se sintió impotente, clamó a Dios y Dios sanó a su hija. ¡Aleluya!
Haciendo una analogía, esto es como si fuéramos a ir a una competencia en la cual tenemos que armar un barco en una botella en 5 horas; tenemos todo lo necesario, la botella, las partes del barco, los instrumentos y además a nuestro lado está el mejor armador de barcos en botellas del Universo; pero pensamos que no es tan difícil y empezamos a “armar” el barco, cuando terminamos, el barco sí está adentro de la botella, pero parece que ya pasó por 5 tormentas, 3 maremotos y 2 ciclones; entonces le pedimos ayuda al mejor armador de barcos en botellas del Universo que siempre estuvo al lado esperando que le pidiéramos ayuda, y él acepta ayudarnos con todo gusto, pero, ¿Qué va a pasar? Pues le va a llevar más tiempo, le va a costar más trabajo y tal vez no termine a tiempo. ¿Esto es lo que Dios quiere que hagamos?’ Pues no, y en Su Palabra está muy claro. En Lucas 18:17 dice: De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Aquí nos dice que Dios quiere que seamos como niños con Él, ¿Apoco cuando un niño tiene hambre va a la cocina y se hace de comer? Pues no. Cuando un niño tiene hambre lo primero que hace es pedirle de comer a sus papás. Así quiere Dios que seamos nosotros, quiere que al primero que le pidamos ayuda sea a Él. Además, y me llena de gozo decirles esto, Dios no nos dice “clama a mí y haber si te puedo responder”, “clama a mí y haber si tengo tiempo para responderte” o “clama a mí y haber si me acuerdo de ti y te respondo” Él nos dice: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3. Qué Bueno, Grande y Misericordioso es Dios, ¡¿Amén?! Dios no sólo nos dice que le pidamos ayuda primero a Él, sino que además nos asegura que Él nos responderá, ¡¡¡Aleluya!!!
Pero esto me lleva a otro punto, Dios nos dice que le pidamos ayuda primero a Él, pero esto no significa que después nos podamos sentar a esperar a que Dios nos responda. He aquí uno de nuestros grandes problemas, nosotros creemos en Dios, pero cuando le pedimos algo, ya sea ayuda o respuestas, casi casi queremos que se abra el cielo, que baje Dios y que nos responda; pero eso no va a pasar. Ahora, con el permiso ó con el perdón de mi mamá, la usaré de ejemplo, hace tiempo el pastor de la iglesia Camino de Paz, el hermano Saúl Guzmán Maldonado, le ofreció a mi mamá ser la maestra de los niños pequeños, mi mamá le dijo que lo iba a pensar, un tío que es cristiano pero que no anda en buenos pasos le dijo “muy sabiamente” a mi mamá “n´hombre, tú no te sientas comprometida, ése es un llamado que Dios te tiene que hacer, si no, no”, cuando me contó esto le dije: ¿Entonces tú crees que Saúl te vio ese día y le dieron ganas de decirte que fueras la maestra? Yo estoy seguro de que Dios puso en la mente y en el corazón de Saúl ofrecerte ese puesto, porque Él sabe que tú eres la indicada para ser la maestra de los niños, ése es tu llamado. Pero tú casi casi quieres que se abra el cielo, que baje el Señor Jesús y te diga “Rosalinda, sé la maestra en Camino de Paz” (sí, los hijos también regañamos a los papás). Dice le Palabra de Dios en el Salmo 118:16a La diestra de Jehová es sublime. Vamos a ponernos intelectuales por unos momentos, ¿Les parece? El diccionario define sublime como: Adj. Excelente, admirable, lo más elevado en su género. Pero sublime también¬ está relacionado con sublimizar, lo cual define así: Adj. Se aplica a las percepciones sensoriales, emociones o sensaciones que el hombre percibe y experimenta sin tener conciencia de ello. Con esto quiero explicarles que la mayoría de las veces Dios actúa de forma sublime, es decir, no lo percibimos pero ahí está.
En pocas palabras, si cuando tengamos algún problema primero le pedimos ayuda a Dios, las cosas que hagamos para solucionar el problema serán guiadas por Dios y Dios va a poner a las personas adecuadas para ayudarnos, ¿Amén?
Si alguien tiene alguna pregunta, duda, comentario y/o queja, tenga toda la confianza de mandarme un E-mail o contactarme por MSN.
Agradezco mucho el tiempo que me dieron para dar este mensaje para la Gloria de Dios, ¡Que Dios los Bendiga!
Su amigo y hermano
Atentamente: Adrián Salazar Ponce
Correo electrónico: adrian_sp11@hotmail.com
Todos los aplausos son para Dios
No sé si ustedes se han dado cuenta, pero yo he notado que la mayoría de las personas clamamos a Dios cuando ya estamos impotentes ante una situación o problema, ¿O me equivoco? ¿Ustedes también lo han notado o soy el único? Por ejemplo, cuando nos empezamos a sentir enfermos es típico que lo primero que hagamos sea automedicarnos, o nunca falta el amigo o familiar que sabe algo de medicina y vamos con él a preguntarle qué nos podemos tomar, ¿Apoco no? Después, si nos seguimos sintiendo mal, vamos con un médico, el cual nos retaca de medicamentos (en esta instancia es donde la mayoría hemos llegado, pero para poder explicar el mensaje voy a continuar); si parece que los medicamentos están funcionando al revés, es decir, en lugar de aliviarnos nos sentimos peor, vamos otra vez con el médico, el cual nos interna y nos hace todos los exámenes habidos y por haber, en los cuales sale que tenemos una enfermedad más grave de lo que pensábamos; y es ahí cuando nos acordamos de Dios y le decimos: Señor sálvame, yo ya no puedo más, ayúdame Tú. Si piensan que estoy exagerando déjenme decirles que hace tiempo en Camino de Paz (la iglesia de la cual formaba parte) tuvimos un claro ejemplo de esto, en una ocasión que fue el hermano Carlos Salazar a compartir la Palabra de Dios, contó una situación muy fuerte que él vivió, dijo que cuando su hija estaba pequeña tuvo una temperatura de más de 40°C, él la bañaba, la bañaba y la bañaba pero no se le bajaba la temperatura, hasta la llegó a meter a una cubeta grande llena de agua y ni así se le bajaba la temperatura; cuando vio que él ya no podía hacer nada más y se sintió impotente, clamó a Dios y Dios sanó a su hija. ¡Aleluya!
Haciendo una analogía, esto es como si fuéramos a ir a una competencia en la cual tenemos que armar un barco en una botella en 5 horas; tenemos todo lo necesario, la botella, las partes del barco, los instrumentos y además a nuestro lado está el mejor armador de barcos en botellas del Universo; pero pensamos que no es tan difícil y empezamos a “armar” el barco, cuando terminamos, el barco sí está adentro de la botella, pero parece que ya pasó por 5 tormentas, 3 maremotos y 2 ciclones; entonces le pedimos ayuda al mejor armador de barcos en botellas del Universo que siempre estuvo al lado esperando que le pidiéramos ayuda, y él acepta ayudarnos con todo gusto, pero, ¿Qué va a pasar? Pues le va a llevar más tiempo, le va a costar más trabajo y tal vez no termine a tiempo. ¿Esto es lo que Dios quiere que hagamos?’ Pues no, y en Su Palabra está muy claro. En Lucas 18:17 dice: De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Aquí nos dice que Dios quiere que seamos como niños con Él, ¿Apoco cuando un niño tiene hambre va a la cocina y se hace de comer? Pues no. Cuando un niño tiene hambre lo primero que hace es pedirle de comer a sus papás. Así quiere Dios que seamos nosotros, quiere que al primero que le pidamos ayuda sea a Él. Además, y me llena de gozo decirles esto, Dios no nos dice “clama a mí y haber si te puedo responder”, “clama a mí y haber si tengo tiempo para responderte” o “clama a mí y haber si me acuerdo de ti y te respondo” Él nos dice: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3. Qué Bueno, Grande y Misericordioso es Dios, ¡¿Amén?! Dios no sólo nos dice que le pidamos ayuda primero a Él, sino que además nos asegura que Él nos responderá, ¡¡¡Aleluya!!!
Pero esto me lleva a otro punto, Dios nos dice que le pidamos ayuda primero a Él, pero esto no significa que después nos podamos sentar a esperar a que Dios nos responda. He aquí uno de nuestros grandes problemas, nosotros creemos en Dios, pero cuando le pedimos algo, ya sea ayuda o respuestas, casi casi queremos que se abra el cielo, que baje Dios y que nos responda; pero eso no va a pasar. Ahora, con el permiso ó con el perdón de mi mamá, la usaré de ejemplo, hace tiempo el pastor de la iglesia Camino de Paz, el hermano Saúl Guzmán Maldonado, le ofreció a mi mamá ser la maestra de los niños pequeños, mi mamá le dijo que lo iba a pensar, un tío que es cristiano pero que no anda en buenos pasos le dijo “muy sabiamente” a mi mamá “n´hombre, tú no te sientas comprometida, ése es un llamado que Dios te tiene que hacer, si no, no”, cuando me contó esto le dije: ¿Entonces tú crees que Saúl te vio ese día y le dieron ganas de decirte que fueras la maestra? Yo estoy seguro de que Dios puso en la mente y en el corazón de Saúl ofrecerte ese puesto, porque Él sabe que tú eres la indicada para ser la maestra de los niños, ése es tu llamado. Pero tú casi casi quieres que se abra el cielo, que baje el Señor Jesús y te diga “Rosalinda, sé la maestra en Camino de Paz” (sí, los hijos también regañamos a los papás). Dice le Palabra de Dios en el Salmo 118:16a La diestra de Jehová es sublime. Vamos a ponernos intelectuales por unos momentos, ¿Les parece? El diccionario define sublime como: Adj. Excelente, admirable, lo más elevado en su género. Pero sublime también¬ está relacionado con sublimizar, lo cual define así: Adj. Se aplica a las percepciones sensoriales, emociones o sensaciones que el hombre percibe y experimenta sin tener conciencia de ello. Con esto quiero explicarles que la mayoría de las veces Dios actúa de forma sublime, es decir, no lo percibimos pero ahí está.
En pocas palabras, si cuando tengamos algún problema primero le pedimos ayuda a Dios, las cosas que hagamos para solucionar el problema serán guiadas por Dios y Dios va a poner a las personas adecuadas para ayudarnos, ¿Amén?
Si alguien tiene alguna pregunta, duda, comentario y/o queja, tenga toda la confianza de mandarme un E-mail o contactarme por MSN.
Agradezco mucho el tiempo que me dieron para dar este mensaje para la Gloria de Dios, ¡Que Dios los Bendiga!
Su amigo y hermano
Atentamente: Adrián Salazar Ponce
Correo electrónico: adrian_sp11@hotmail.com
Todos los aplausos son para Dios
3 comentarios:
asi es ante cualquier situación que se nos presente debemos salir corriendo a buscar la presencia de Dios . ir a orar inmediatamente, echando nuestra asiendad sobre el, ya que el nos dara el mejor consejo y si hay enfermedad el nos sana, nos fortalece , osea la situacion qe sea el te hara sentir seguro.
=D todo en las manos de nuestro Dios es perfecto .
Bendiciones !!!!!!!!!
Animo y sigamos Adelante =)
Adrián dijo: "En pocas palabras, si cuando tengamos algún problema primero le pedimos ayuda a Dios, las cosas que hagamos para solucionar el problema serán guiadas por Dios y Dios va a poner a las personas adecuadas"
Estoy totalmente de acuerdo Adrián, por eso dice la Escritura que todas las cosas ayudan para bien, a los que conforme a su voluntad son llamados.
Por eso luego dicen: "a Dios rogando y con el mazo dando", lo malo es que muchos primero damos de mazazos y ya cuando nos cansamos y no tenemos ninguna fuerza recurrimos a Dios ¡Cuántas mas cosas lograríamos si primero clamaramos a Dios!
Dios te Guarde
bonita reflexion adrian......necesitamos ke nos recuerden eso mas seguido...tenemos un Dios grande esperando oir el clamor de uno de nosotros para ayudarnos, pero es lo ultimo ke hacemos.........bendiciones te veo el domingo
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