La Muerte Y Los Impuestos

sábado, 28 de mayo de 2011

"Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisió n de vuestra carne, os dio vida juntamente con
él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Colosenses
2:13, 14).

Es un dicho popular pero, verdadero: la muerte y los
impuestos son las dos cosas ciertas que tendremos de
enfrentar. Pero existe una diferencia: sabemos cual el día
exacto de los impuestos y no sabemos cual el día de nuestra
muerte. Podemos guardar el dinero para pagar los impuestos,
pero, ¿que provisión podemos hacer para el día de la muerte?
Si nosotros morimos antes de pagar nuestros impuestos, ellos
no serán perdonados. Lo gobierno los cobrará de nuestra
propiedad. Si nosotros morimos como pecadores no
arrepentidos, nuestros pecados no serán perdonados después
de la muerte. Hemos que pagar por ellos de allí por delante.
Pero existe otra diferencia: Dios nos dio una manera de
escapar de las penalidades. Él ya pagó el precio por
nuestros pecados - suyos y míos. Todo cuanto Él pide es que
usted acepte lo que Él hizo por usted en un espíritu
verdadero de arrepentimiento y fe.

Como es maravilloso saber que, aunque seamos pecadores y
infieles delante de nuestro Dios, Él nos ama y anhela que
experimentemos la verdadera dicha, tanto aquí en éste mundo
como en todo el eternidad.

Nuestros pecados nos alejan del Señor. Nuestra incredulidad
y rebeldía no son compatibles con su santidad. Deberíamos
pagar por nuestros errores. Deberíamos ponernos distantes de
las bendiciones celestiales. Nada merecemos de él y no
deberíamos contar con Su protección y atenciones. Pero, ¡Él
nos amó! Mismo sin merecer nosotros tuvimos el derecho de
tener comunión con Él y permanecer en Su presencia. Él envió
Su Hijo, único, Santo, perfecto, sin pecados. Vino y se
ofreció para pagar por todos nuestros pecados.Ele si
sacrificó en la cruz. Fue despreciado y humillado. Murió
porque nos amó. Murió para que tuviésemos vida. Murió para
que estuviésemos para siempre en el Cielo, despues nuestra
muerte.

¡Nuestra cuenta fue paga! No debemos más nada sino los
impostos. No extrato celestial não há deve. Estamos
impuestos. En el extracto celestial no hay débito. Estamos
libres. Estamos salvos. ¡Cómo somos felices!




Colaboración: Free Spirit. Yahoo.




Las transfusiones de sangre, ¿Están prohibidas por Dios o no?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Hola, hermanos, Dios los Bendiga.

Lo prometido es deuda y, a petición de nuestro hermano Juan, en esta ocasión hablaremos de por qué ciertas religiones o doctrinas prohíben las transfusiones de sangre, qué bases bíblicas tienen para sustentar esto, qué tan cierto es y qué postura debemos tomar al respecto.

Investigando el tema me di cuenta de que concretamente son los testigos de Jehová los que afirman que el mandamiento de no comer sangre (Génesis 9:4-5 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis, porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo) incluye las transfusiones de sangre y por lo tanto esto es pecado ante Dios. Menciono que son los testigos de Jehová los que afirman esto porque me pareció curioso que los judíos, que son mucho más meticulosos en observar la Ley de Dios, en sus 613 mandamientos no mencionan nada acerca de las transfusiones de sangre (los leí todos), y sólo prohíben el comer sangre en el sentido literal de la palabra. Otra cosas que me llamó mucho la atención es que, si bien los testigos de Jehová basan su doctrina acerca de las transfusiones de sangre en la Biblia, dan muchos más argumentos científico que bíblicos, lo cual deja muy en duda qué tantas bases bíblicas tengan, ya que más bien parece que pretenden asustarte respecto a las transfusiones de sangre que convencerte de que es un pecado.

Regresando a los argumentos bíblicos de los testigos de Jehová, ellos afirman que el mandamiento de Génesis 9:4 también abarca las transfusiones de sangre. Aunque ellos hacen varias especificaciones sobre esto (qué componentes de las sangre sí se pueden tomar, qué intercambios se producen naturalmente en un embarazo y por lo tanto están permitidos, Etc.) me gustaría hablar de la sangre en general, sin profundizar en los desglosamientos que ellos hacen, ya que creo que al aclarar el tema de la sangre todo lo demás está de sobra.

Los testigos de Jehová toman más versículos que, según ellos, sustentan su doctrina acerca de esto. Por ejemplo, Levítico 17:10 »Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, come alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que coma sangre, y la eliminaré de su pueblo. Este versículo me gusta mucho porque partiendo de aquí podemos ver qué tan verdadera es la interpretación que le dan al mandamiento de no comer sangre. Si continuamos leyendo más adelante se amplía el tema del versículo 10, Levítico 17:12-14 »Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: "Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que habita entre vosotros comerá sangre". Cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, que cace un animal o un ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra, porque la vida de toda carne es su sangre. Por eso he dicho a los hijos de Israel: "No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre, y cualquiera que la coma será eliminado". Quiero empezar por resaltar lo que dice en el versículo 14, “…porque la vida de toda carne es su sangre”. La expresión “toda carne” nos ayuda a entender mejor lo que dice el pasaje, ya que, usando el principio de la comparación del estudio bíblico, encontramos algo muy importante, en 1 Corintios 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces y otra la de las aves. Aquí podemos ver que si bien la expresión “toda carne” se usa para hablar de toda criatura, hay distintas carnes (la de los hombres, la de los animales, las de las aves, Etc.). Si bien Levítico 17:14 Dice “No comeréis la sangre de ninguna carne”, el contexto que nos da el versículo 13 es de cuando se caza animales, por lo cual el término “comer” es literal. Esto lo podemos apoyar con la regla de estudio bíblico que dice que siempre debemos tomar lo que dice la Biblia literalmente hasta que resulte imposible. Es decir, debemos preguntarnos si es posible comer sangre, y como sí lo es no debemos buscar interpretaciones privadas, pensando que “comer sangre” implica más que el sentido literal de la palabra, ya que si revisamos todas las menciones de ese mandamiento podemos darnos cuenta de que el contexto siempre está relacionado con los animales y con comer.

Hace tiempo una amiga que concuerda con la doctrina de los testigos de Jehová platicando del tema me dio un par de argumentos que creo conveniente mencionar y aclarar. Primero me mencionó lo que dice en Génesis 9:5 “Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo. Por eso, según ella, al aceptar las transfusiones de sangre estaba claro que Dios nos demandaría dicha sangre. Pero este es un ejemplo de cuando no debemos tomar todo literalmente, ya que al final del versículo se define claramente la idea de la que habla, “A cada hombre demandaré la vida de su prójimo”. Le cité Ezequiel 3:18 Cuando yo diga al impío: "De cierto morirás", si tú no lo amonestas ni le hablas, para que el impío sea advertido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Aquí también habla de que Dios demandará la sangre de nuestras manos, pero la Biblia nos aclara que “La vida de toda carne es su sangre”, y en el mismo versículo vemos que Dios demandará la sangre de nuestras manos, pero no porque la bebamos o nos hagamos una transfusión, sino porque murió por culpa nuestra (al no predicarle de Dios). De aquí mi amiga concordó conmigo a que “sangre” significa la vida en sí, y me dijo que entonces cuando los doctores hacen una transfusión ellos son los que están “dando vida” y no Dios. Este argumento tiene tan poco sentido que me sorprende que alguien lo use; como si las medicinas se dieran en los árboles, ¿No? Pero esto me lleva a una historia muy interesante que alguien escribió y aclara lo falso de ese argumento:

.Un día se reunió un grupo de científicos, y tomaron la decisión de que el hombre había progresado mucho, y que no había ya más necesidad de Dios. De modo que escogieron a uno de ellos para que fuese y le dijese que ya no querían saber nada de Él.

Este científico llegó ante Dios, y le dijo: «Dios, hemos decidido que ya no te necesitamos más. Hemos llegado al punto en que podemos clonar a personas, trasplantar órganos y manipular la vida como queremos mediante ingeniería genética. Y ahora la ciencia ha encontrado la forma de crear vida a partir de materias primas.

En otras palabras, podemos hacer lo que Tú hiciste al principio.»

«¿De veras? ¿Me puedes enseñar como lo haces?», le dijo Dios con paciencia y bondad.

Y el científico se inclinó sobre el suelo y tomó un poco de tierra.

Dios lo miró y le dijo: «¡No, no, no! Esto no vale. ¡Hazte tu propia tierra!»

Por último me gustaría compartirles algo muy importante que el Señor me ha mostrado recientemente. Los desacuerdos doctrinarles no son nada nuevo, existen desde los inicios de la iglesia. En Hechos 15 podemos ver el conflicto que había en la iglesia cristiana entre judíos y gentiles, pues, aunque se convirtieron a Cristo, los judíos insistían en cumplir toda la Ley; de hecho en Hechos 15:20 y 29 los apóstoles les recomiendan a los gentiles que se abstengan de la sangre, pero no por razones doctrinales, sino de convivencia, pues el motivo lo dicen en Hechos 15:21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado. El motivo de que se abstuvieran de sangre era para evitar conflictos con los judíos. Menciono esto porque en el libro de Romanos se habla más de este tipo de conflictos y nos enseña que lo más importante es el amor y la armonía con nuestros hermanos, pues este tipo de doctrinas no son esenciales y por eso, aun estando en desacuerdo en esta clase de cosas, podemos y debemos amarnos, apoyarnos y respetarnos mutuamente. Romanos 14:6­ El que distingue un día de otro, lo hace para el Señor; y el que no distingue el día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y también da gracias a Dios. Romanos 14:13-15 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es impuro en sí mismo; pero para el que piensa que algo es impuro, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es entristecido, ya no andas conforme al amor. No hagas que por causa de tu comida se pierda aquel por quien Cristo murió.

Si alguien tiene alguna pregunta, duda, comentario y/o queja, tenga toda la confianza de escribir un comentario, mandarme un E-mail o contactarme por MSN.

En el Amor de Cristo: Su amigo y hermano Adrián Salazar Ponce

Correo electrónico: adrian_sp11@hotmail.com

¡Saludos y Bendiciones!

Todos los aplausos son para Dios

Concierto de En espíritu y en verdad en Monterrey

miércoles, 20 de octubre de 2010



¡Te invitamos a que no te pierdas de este gran evento, una noche llena de alabanza y adoración!
¡El concierto del grupo "En espíritu y en verdad" será una noche que jamás olvidarás!
La fecha es el 22 de Noviembre del 2010 a las 8 PM en Cintermex
Los boletos en preventa cuestan $100 pesos, y el día del evento costarán $150 pesos

La preventa se está llevando a cabo en las librerías "Luz y Vida" ubicadas en Plaza la Fe, Sun Mall Guadalupe y Plaza La Silla

Goliats

viernes, 17 de septiembre de 2010

Muchas son las Bendiciones que Dios desea darnos. Un gran ministerio, una hermosa familia, un buen trabajo… Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis. Indudablemente Dios nos quiere Bendecir abundantemente y mucho más allá de lo que podamos pedir o imaginar… Efesios 3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. ¿Pero entonces por qué muchas veces pareciera que no nos llega todo eso a nosotros? ¿Por qué Dios no nos da aquello que tanto deseamos? Ese ministerio, el salir de ese mal hábito, el conquistar a esa persona que tanto nos gusta… ¿Por qué?

¿Será que Dios Bendice más a unas personas que a otras? ¡No! Hechos 10:34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: --En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas. ¿Dios nos mintió o se arrepintió de lo que nos prometió? ¡Nunca! Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Acaso dice y no hace? ¿Acaso promete y no cumple?

¿Cuántas veces no nos hemos sentido así, como unos “cristianos fracasados” que no logran alcanzar todo aquello que Dios quiere darle y hacer con su vida? Por lo menos yo me he sentido muchas veces así, anímica y espirit6ualmente triste por no llegar a esa “tierra prometida”, por no lograr superar esa montaña que me separa de lo que tanto anhelo, o porque aparentemente parece que nunca podré obtener aquello que tanto deseo. ¿Pero qué es lo que podemos ver de todo esto en la Palabra de Dios?

El Señor me llevó a fijar mi atención en la historia de uno de los reyes de Israel más ilustre y conocido: David. Era el menor de entre todos sus hermanos, y algunos eruditos dicen que probablemente era hijo ilegítimo de su padre, pero aun así Dios lo llevó de estar en condiciones muy humildes a ser el rey de Israel. ¿Quién no quisiera ser como David? Pero el Señor me ha mostrado que esto va más allá de un “querer”; todos debemos ser como David. Él ha sido el único de quien Dios mismo dio testimonio de él, Hechos 13:22 Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: "He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero" Todos debemos conformarnos al corazón de Dios, mas esto no significa que si nos equivocamos ya estamos fuera de la lista. Dios mismo lo dijo, David era varón conforme al corazón de Dios, pero por ahí David también tuvo sus errores, aquella “aventurita” con Betsabé y aquel censo que hizo a Israel. Sin embargo Dios sabía perfectamente todo lo que David haría y aun así dijo que era “varón conforme a Su corazón”. Esto me hace preguntarme qué hizo David para llegar a ser uno de los más grandes reyes de Israel incluso teniendo tantas cosas en contra (condición y posición social, carnalidad, Etc.).

Es aquí donde centro mi atención en lo que probablemente es el momento más conocido o recordado de la historia de David: La batalla contra Goliat. Los filisteos (que en hebreo significa “invasores”) e israelitas se disponían a enfrentarse en batalla, ambos ejércitos acamparon en un monte y en medio un valle los separaba; pero los filisteos estaban confiados en su “arma secreta”, un paladín de más de 3 metros de altura llamado Goliat, cuya su sola armadura pesaba más de 50 kilos. 1 Samuel 17:8-10 Goliat se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: --¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él puede pelear conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo puedo más que él y lo venzo, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. Hoy yo he desafiado --añadió el filisteo-- al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. Así estuvo durante 40 días en los cuales cada mañana el ejército israelita se preparaba para la batalla, se ponían en orden de batalle frente al ejército filisteo, lanzaban el grito de guerra, pero al ver a Goliat huían atemorizados. Mas todo cambiaría cuando un muchacho llamado David llegó a dejar alimentos para sus hermanos en el campamento de Israel, éste al escuchar las palabras de Goliat reaccionaría diferente a todos, no se llenaría de temor, sino de indignación. 1 Samuel 17:26 Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: --¿Qué harán al hombre que venza a este filisteo y quite el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? Y, no sé si sabiendo o no a qué se enfrentaría, se decidió a enfrentarlo, con la seguridad de que derrotaría al filisteo en el Nombre de Jehová de los ejércitos.

¿Pero esto qué tiene que ver con nosotros? El Señor tenía muy claro lo que haría con David, 1 Samuel 13:14 Pero ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un hombre conforme a su corazón, al cual ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. Dios ya había decidido poner a David como rey de Israel, esto ya era un hecho, pero aún no era realidad en la vida de David. Esa “tierra prometida” no se vislumbraría hasta que David venciera a Goliat, 1 Samuel 18:6-8 Aconteció que cuando volvían, después de haber matado David al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel a recibir al rey Saúl cantando y danzando con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. Mientras danzaban, las mujeres cantaban diciendo: «Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles». Saúl se enojó mucho y le desagradaron estas palabras, pues decía: «A David le dan diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino». Sin duda Dios podía haber borrado a Goliat del mapa valiéndose de muchas otras cosas, pero si David no hubiera vencido a Goliat nadie lo reconocería. ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al pensar en David?

En nuestra vida constantemente enfrentamos este tipo de lucha, sin darnos cuenta hay momentos en donde tenemos un Goliat frente a nosotros que se burla de lo que Dios quiere hacer con nosotros o de las promesas que nos ha dado, y muchas ocasiones, en lugar de ser como David, reaccionamos igual que el ejército de Israel, nos paralizamos por el temor y huimos sin luchar por esa “tierra prometida” que Dios nos tiene preparada.

No sé por qué situación estés pasando, pero sí te puedo compartir por lo que he pasado. Muchas veces recuerdo momentos donde he tenido junto a mí a la chava que me gusta, me veo y me siento tan feliz, tan Bendecido; el Señor me ha prometido una familia y al pensar en esa chava estoy seguro de que ella es mi “tierra prometida”, siento la convicción de que Dios es mi ayudador y puedo conquistarla; pero es entonces cuando satanás me hace ver la imagen desde otra perspectiva y veo a una mujer hermosa llena de virtudes junto a alguien que está en silla de ruedas, alguien que no se puede considerar un galán, alguien que tiene movimientos y expresiones no muy agradables, satanás me hace ver mi discapacidad, uno de mis Goliats, y me dice que cómo me atrevo a soñar que alguien tan hermosa se puede fijar en mí, que eso nunca pasará. Entonces me llena de inseguridad y de temor, me hace sentir como si no valiera nada frente a ese Goliat. Penosamente, al escuchar los gritos de ese Goliat, me paralizo, ni siquiera intento hablarle y “huyo”, desperdiciando la oportunidad por la que tanto le pedí a Dios.

La realidad es que la tierra de Canaán, la tierra que Dios había prometido al pueblo de Israel, estaba habitada por gigantes Números 13:33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos. La mayoría de los exploradores dijeron Números 13:31 Pero los hombres que subieron con él dijeron: --No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y por eso todos los que creyeron eso en vez de creer y confiar en Dios, no entraron a la tierra prometida y murieron en el desierto.

Pero si el Señor nos dice en Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas» es porque no será algo fácil y nos costará mucho. Dios nos exige esfuerzo y valentía porque muchas veces pasaremos por situaciones donde parece que nuestras fuerzas y lo que podamos dar no serán suficientes, ocasiones donde tendremos miedo, temor e incluso dolor, y momentos en los que lo único que veremos será a uno de nuestros Goliats frente a nosotros y es ahí cuando debemos esforzarnos, ser valientes y confiar en Dios. Es entonces cuando debemos ser como David y enfrentar a ese Goliat con la misma Fe y determinación que él, 1 Samuel 17:45 Entonces dijo David al filisteo: --Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina; pero yo voy contra ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

Dios nos dice Josué 1:3 Yo os he entregado, tal como lo dije a Moisés, todos los lugares que pisen las plantas de vuestros pies. Él es quien nos da la victoria, pero de nosotros depende dónde ponemos las plantas de nuestros pies.

Para David vencer a Goliat fue algo muy difícil y muy fácil. Qué difícil es enfrentarse a alguien o a algo a lo que todo mundo le teme y dice que no podremos vencerlo; qué difícil es hacerle frente a un gigante que aparentemente es mucho más poderoso que nosotros y nos hace sentir como si no valiéramos nada, como si fuéramos una hormiga frente a él (1 Samuel 17:42 Cuando el filisteo miró y vio a David, no lo tomó en serio, porque era apenas un muchacho, rubio y de hermoso parecer); qué difícil es creer y confiar en que si Dios está con nosotros no hay quien nos pueda derrotar. Si dejáramos de leer en la parte donde David se lanza en batalla contra Goliat y nos imagináramos el final, tal vez pensaríamos en una pelea épica, donde Goliat parece masacrar fácilmente a David, pero, después de soportar cualquier cantidad de golpes, al final David reúne todas las fuerzas que le quedan y en una proeza histórica derrota a Goliat milagrosamente con un final digno de Hollywood. Pero la realidad es que una vez que David venció todo temor, todo pensamiento negativo, todo “no puedo” “no estoy preparado” “no soy nadie para hacerlo”, una vez que David venció todo eso y contra toda lógica le hizo frente a su Goliat, la realidad es que sólo tuvo que lanzar una piedra y Dios hizo el resto. Qué fácil fue…

Agradezco mucho el tiempo que me dieron para dar este mensaje para la Gloria de Dios.

Si alguien tiene alguna pregunta, duda, comentario y/o queja, tenga toda la confianza de mandarme un E-mail o contactarme por MSN.

En el Amor de Cristo: Su amigo y hermano Adrián Salazar Ponce

Correo electrónico: adrian_sp11@hotmail.com

¡Saludos y Bendiciones!

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