La embolia de mi padre

Hace exactamente 4 meses y 7 días (20 sept 2009) mi padre sufrió una embolia estando ese domingo en el culto. Todo comenzó cuando no pudo hablar, es como si las palabras se le hubieran olvidado. Me pidió que lo llevara a la clínica del IMSS donde el medico de urgencias hizo un mal diagnóstico pues pensó que se debía a la falta de sueño y lo mandó a dormir a la casa. Al día siguiente muy temprano ya fué necesario acudir a la clínica 4 donde hay especialistas y dejarlo allí internado. Tres días estuvo mi padre sentado en una silla porque no había camillas. En la madrugada del 3er día mi padre ya no pudo levantarse del baño, había perdido además de su habla, la movilidad de su brazo derecho y su pierna derecha. Aún así permaneció sentado en una silla hasta que me mandaron hablar porque se les cayó. Solo al manifestar mi enojo de una forma fuerte se le asignó una camilla. Permaneció otros 4 días internado. Al intentar darlo de alta los especialistas me dijeron que había sufrido una embolia y que tendría secuelas de por vida. Les exigí ver un estudio de su cerebro (tac) y me dijeron que no se lo habian hecho porque ellos ya sabian de lo que se trataba tan solo con conocer los síntomas, me negué a recibirlo y exigí que se le realizara el estudio, hablé con el director de la clínica y en plena madrugada de un día siguiente en una ambulancia nos trasladamos a la clínica 33 donde se le realizó el estudio. Los resultados arrojaron una obstrucción del lado izquierdo de su cerebro en donde se encuentran las partes que controlan sus extremidades afectadas. Mi padre no se quería venir aún pues tenía la esperanza de recuperarse más. La llegada a la casa fué muy dificil, nadie hablaba y mi padre tenía su cabeza abajo, se fué "bueno" y regresó "disminuído".

De momento no puedo escribir todas las penurias que sufrimos en la clínica mientras él estuvo internado, pero guardo muy buenos recuerdos como aquella noche en que Cesar llevó su guitarra y en plena madrugada, lloviznando y haciendo frío, estabamos cantando cantos y todos los demás familiares de otros pacientes nos escuchaban sin pedirnos que nos callaramos, por la situación de la influenza AH1N1 teníamos que esperar en la calle a que salieran a darnos información.

Recuerdo bien que una doctora me dijo delante de mi padre que NUNCA recuperaría su habla, ya que esa área del cerebro no se podía recuperar. Tambien recuerdo cuando otro médico me dijo que si le echábamos ganas a la rehabilitación física en unos 9 meses podría comenzar a mover su pierna y un poco más adelante hasta podría levantarse y dar algunos pasos.

Nosotros en casa comenzamos a moverle su pierna, su pié, su mano y su brazo. Aun sin ningún conocimiento todos los días lo "sobabamos" con aceite de oliva. Debo reconocer a dos personas que durante el primer mes o quizas mes y medio todos los días vinieron a darle masajes y es al hno Julio Vargas y su esposa hna. Raquel Guerrero, siempre les agradeceré lo que hicieron.

Los movimientos no eran suaves pues queríamos que se le calentara su cuerpo, subiamos y bajabamos su brazo, su pierna, abriamos y cerrabamos su mano, sus dedos, haciamos todo lo que Dios nos daba a entender. Un dato muy importante, quizás el mas importante, es que mientras mi padre estuvo internado y aun los primeros día en casa, muchos, hnos de la Iglesia y yo, nos la pasabamos en ayuno y oración. Gracias a Dios por las Congregaciones que nos apoyaron en esto y tambien por los amigos de éste blog que elevaron oración.

Una tarde vino el doctor del IMSS y le ordenó a mi padre que estaba en la cama: "Mueva su pierna" y ¡la movió!, el mismo médico exclamó ¡Gloria a Dios!, resultó que el médico es cristiano también. Luego me confesó que el habia ido a mi domicilio porque la hoja que le llegó a su consultorio marcaba que mi padre estaba en condiciones mucho peores de en la que lo encontró.

Después nos programaron rehabilitación en un area especial del IMSS (constitucion y felix u gomez) en donde pudimos ver a muchísima gente en condiciones similares y mucho mas jóvenes. Allí nos enseñaron los movimiento que debíamos hacerle en casa y los cuales siempre le hemos hecho.

Una anécdota más: Nosotros vivimos en un 2do pìso, así que ya te imaginarás lo dificl que era subir y bajar a papá todos los días. Contamos con 2 escaleras y un tío me dijo "te voy a hacer una rampa en una de las escaleras para que no batallen en subirlo, esas enfermedades duran años", yo le platiqué a mi abuela (mamá de mi papá) y llorando me dijo que ¡nó!, que debíamos tener fé en que Dios lo levantaría y que volvería a caminar. Decidí hacer mía esa confianza también y le dije a mi tío que no quería que hiciera ninguna rampa.

Recuerdo que cuando papá comenzó a mover un poco mas su pierna, yo lo cargaba en peso y un hermano mío se tiraba en el piso para "cargarle" su pierna y simular que daba pasos. Los dos terminabamos muy muy cansados con unos pocos metros que avanzábamos. Más mi pobre hermano que mide como 1.82 y tenía que estar prácticamente arrastrándose.

Como a las 2 semanas de estar yendo a rehabilitación comenzó a pararse solo tomandose de un tubo incrustado en la pared (esto fué gran avance porque nosotros teníamos que cargarlo para siquiera sentarlo en la cama, recuerdo que hasta puse un cable que colgaba del techo para que el de allí se agarrara con su mano izquierda y nos ayudara a sentarlo) luego lo pusimos en las barras paralelas y el intentaba dar pasos ayudandose con su mano y pierna "buenos".

Para no hacer más largo éste artículo, a 4 meses y una semana, mi padre ya dejó la silla de ruedas, ya dejó el andador y ahora solo se apoya en un bastón. Camina muy descompuesto, pero camina e incluso, cuando le quito el bastón, logra avanzar como 20 metros sin perder el equilibrio. Su brazo lo logra mover pero su mano todavía nó, solo puede cerrarla pero no volverla a abrir y su habla o capacidad de hablar, cada día es mejor, al principio solo podía decir SI, NO y GLORIA A DIOS, ahora ya podemos casí formar una oración completa y ya recordó como nos llamamos todos sus hijos, como se llama su esposa y muchos mas datos. Ya puede pedir agua, comida o cualquier otra cosa que desee. Aun no podemos entablar una plática pero ya tiene descanso al no sentirse tan oprimido como al principio. Ya vá solo al baño, se puede bañar solo, BAJA Y SUBE las escaleras solo y a veces se nos escapa a caminar por la banqueta y cuando descubrimos que no esta en la casa tenemos que salir a perseguirlo a la calle -cosa que a los vecinos les causa gracia- pero a nosostros nos mete un buen susto.
Para concluír por hoy: Le reconozco a Dios su intervención en esta dura PRUEBA.
Todas las victorias que hemos tenido han sido gracias a El. ¿que si ya no batallamos ó que si ya no se sufre?, pues no puedo decir eso pero TODA nuestra confianza está puesta en Jesus y sus promesas para nuestra vida. A veces hemos tenido que ir de urgencias a la clínica 4 porque papá se ha desmayado, o se ha sentido muy mal pero siempre y hasta hoy, hemos regresado con bien.
Todo es un aprendizaje, hoy nos toca honrar a nuestros padres de ésta forma pero quizás el día de mañana todo lo que estamos aprendiendo nos servirá para ayudar a un hijo o para no perder la esperanza si a nosotros mismos nos toca vivirlo. Ante todo, he sabido ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS. No voy a cambiar nada si me rebelo y reclamo o bien me aparto de la Iglesia, al contrario, Satanás me haría su presa y me atormentaría mucho más de lo que los mismos pensamientos humanos pueden hacerlo. Dios está con nosotros y nos ha librado y nos seguirá librando, pero como dije, esto es una prueba a nuestra fé y si por alguna razón El Señor dejara de librarnos DEBEMOS MANTENER NUESTRA CONFIANZA EN EL, aunque nos llegue a quitar aquello que amamos. En Daniel capítulo 3 se narra la historia de 3 jovenes que recibieron la orden del rey Nabucodonosor de adorar una imagen o de lo contrario serían echados en un horno de fuego, ellos con la confianza plena en Jehová respondieron: vs17 "He aquí nuestro Dios a quien servimos PUEDE librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y SI NÓ, sepas, oh rey, QUE NO SERVIREMOS A TUS DIOSES ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado".
No podemos condicionarle a Dios nuestra fidelidad, eso es quizás lo peor que podemos hacer en los momentos más difíciles de nuestra vida. Nos dé lo que le pedimos ó no, hay que ser fieles que nuestra recompensa no está en éste mundo sino en el cielo, en aquella ciudad donde tenemos moradas esperándonos y donde no habrá mas muerte, ni enfermedad, ni llanto, ni tristeza, ni dolor. Todo en esta vida es pasajero pero NUESTRA FE EN JESUCRISTO nos garantiza inmortalidad a Su lado, si Dios nos dá o no nos dá en ésta vida ¡A Dios la Gloria! Jehová dió, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito. Nuestra paz está en aceptar su verdad, nuestro milagro en nunca dejar de creer. Dios es Bueno.