el MIEDO en el cristiano

El Salmo 27 dice:
1.-Jehova es mi luz y mi salvación; ¿de quien temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quien hé de atemorizarme?
3.-Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante
guerra, Yo estaré confiado.
5.- Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de
su morada; sobre una roca me pondrá en alto.
10.- Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.
13.- Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
14.- Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
En estas últimas semanas, el Señor ha venido trabajando en nuestras vidas respecto al MIEDO que a veces como cristianos sentimos al oír la voz de Dios llamándonos.
Muchas veces no entendemos porque el Señor Jesucristo nos llama a nosotros a desempeñar determinadas actividades. Siempre pensamos que hay alguien mejor a quien Dios bien podría llamar. Este miedo (que no es el temor santo al que la Biblia se refiere), es indigno de un hijo de Dios. Tal parece que nos olvidamos de lo que dice la Escritura en:
1a Corintios 2:12
"Y nosotros no hemos recibido el espiritu del mundo, sino el Espiritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido."
2da de Timoteo 1:7-9
"Porque no nos ha dado Dios espiritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te averguences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fué dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos."
En éste último texto dice que el Señor Jesucristo fué el que nos salvó y llamó, no conforme a nuestras obras, SINO SEGUN A SU PROPOSITO. Así que cuando escuches la voz de Dios en tu vida, nunca pienses que no tienes lo suficiente para desempeñar aquello para lo cual se te está llamado, porque no será tu poder el que haga las cosas, sino el poder de Dios manifestandose en ti. Tu solo debes primero: disponerte, luego: decidirte y por ultimo: actuar. No actuarás tu solo, sino que el Señor actuará por medio de ti. Moisés no abrió el Mar Rojo por lo poderosa de su vara, sino porque Dios usó cada una de sus acciones para glorificarse y cada acción de Moisés fué hecha en OBEDIENCIA a la voz de Dios. Moisés también tuvo miedo...al principio; él no quería tomar la responsabilidad para la que Dios le llamaba, él se consideraba limitado en su capacidad de expresión (y mira que no consideró su vejez!!!) sin embargo, una vez que se decidió a obedecer la voz de Dios, COMPROBÓ que Dios nunca lo dejó solo y mucho menos lo dejó avergonzado. Todo lo que Moisés le dijo a faraón que ocurriría ocurrió, porque Dios lo respaldó.
Entendamoslo, a lo largo de nuestra vida veremos a Dios glorificarse. A veces en la vida de algún familiar, a veces en alguien conocido, a veces en alguien que ni conocemos pero SIEMPRE Dios se glorificará, puede ser a través de sanar una enfermedad, puede ser a través de proveer para alguna necesidad, puede ser a través de levantar a alguien caído, puede ser a través de la conversión al Evangelio de alguien de corazón duro, pero siempre Dios buscará glorificar Su Nombre y en muchos de esos momentos Dios querrá que nosotros tomemos parte como ministradores de Su Poder en acción. Seamos valientes, no escuchemos la voz del diablo diciéndonos que nó podremos, sino escuchemos la voz de Dios diciendonos que Él irá delante de nosotros.
Deuteronomio 31:6
"Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que vá contigo, no te dejará ni te desamparará."
Deuteronomio 31:8
"Y Jehová va DELANTE DE TI, él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides."
Nuestro Dios es fiel a sus promesas, tomemos la bendición que nos ofrece al hacernos partícipes de su obra en la vida de las almas con las que Dios quiere tratar. Desechemos todo miedo y esforcémonos porque la venida de Nuestro Señor Jesucristo por su Iglesia está cerca y lo mejor será que nos encuentre trabajando para su obra.

Dios les Bendiga.